El golpe de calor es un trastorno ocasionado por el aumento de la temperatura del cuerpo como consecuencia de la exposición prolongada a altas temperaturas y humedad o el esfuerzo físico intenso (ejercicios) en altas temperaturas. En estas situaciones el cuerpo tiene dificultades para regular su temperatura.
El golpe de calor, es una forma grave de lesión por calor y la temperatura del cuerpo alcanza los 40° C o más.
Las personas más vulnerables a estas situaciones son los menores de 5 años y más aún los menores de 1 año, los niños con enfermedades crónicas (cardíacas, renales, mentales o neurológicas y otras), los niños/as con fiebre por otra causa o diarrea, que presentan obesidad o desnutrición y los que tienen la piel quemada por el sol.
Síntomas
Existen varios síntomas a la hora de detectar que una persona está padeciendo un golpe de calor. Estos son:
- Sudoración excesiva.
- En los bebés puede verse la piel muy irritada por el sudor en el cuello, pecho, axilas, pliegues del codo y la zona del pañal (sudamina).
- Piel pálida y fresca.
- Sensación de calor sofocante.
- Sed intensa y sequedad en la boca.
- Calambres musculares.
- Agotamiento, cansancio o debilidad.
- Epigastralgia, inapetencia, náuseas o vómitos.
- Cefaleas.
- Irritabilidad (llanto inconsolable en los más pequeños)
- Mareos o desmayos.
También hay síntomas de alta gravedad:
- Temperatura del cuerpo 39°C – 40°C o mayor (medida en la axila).
- Piel roja caliente y seca (se agota la transpiración).
- Respiración y frecuencia cardiaca acelerada.
- Dolor palpitante de cabeza.
- Alteración del estado mental y del comportamiento como: vértigos, mareos, desorientación, delirios, confusión o pérdida de conocimiento.
- Convulsiones.
Ante estos casos de alta gravedad, se recomiendo concurrir a un servicio de salud lo más urgente posible.
Recomendaciones
- Cuidar la hidratación y la alimentación.
- Dar el pecho a los lactantes con mayor frecuencia.
- Ofrecer a los niños abundante agua segura y jugos naturales durante todo el día.
- No ofrecer bebidas con alto contenido en azúcar (como las gaseosas) ni tampoco bebidas muy frías o muy calientes. Y en los adolescentes evitar consumir bebidas con alcohol ya que aumentan la temperatura corporal y las pérdidas de líquido.
- No ofrecer comidas pesadas, de alto contenido calórico.
- Reducir la actividad física en horarios de mayor calor (10 a 17 horas).
- Permanecer en lugares ventilados y frescos
- A los más pequeños, vestirlos con ropa holgada, liviana, de algodón y colores claros o, mejor, desvestirlos. También ayuda bañarlos y mojarles el cuerpo con frecuencia.
- No exponerse al sol directo entre las 10 de la mañana y las 16 horas de la tarde. Y nunca antes de cumplir 1 año de vida.
- Mantener a los niños, los mayores y las personas más vulnerables, en lugares bien ventilados, usar ventiladores o aire acondicionado (ya sea en casa o lugares públicos) cuando la temperatura ambiente es muy elevada.
Recordar siempre que los adultos mayores y los más chicos, son muy vulnerables al calor.
Dra. Maricel Martinich
Medica Pediatra
Matrícula 15.207 Reg.Esp 42/1109
Pediatría Ambulatoria Hospital Español de Rosario